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Sostenibilidad
¿Qué es el consumo fantasma y por qué puede ser nocivo para la sostenibilidad?
Tiempo de lectura: 3 min.

El consumo fantasma es una realidad que no todas las personas contemplan siempre. Lo cierto es que en los hogares se da un gasto energético que no responde a ningún uso, y al que es posible poner freno con relativa facilidad. Por eso, en este artículo queremos explicarle en qué consiste y cómo cortarlo de raíz para que no perjudique a su bolsillo y, también, al medio ambiente.

 

El enemigo del ahorro

El consumo santdby (o fantasma) puede llegar a representar hasta un 11% en la factura de la luz, además de suponer importantes peligros para la integridad del hogar y de sus habitantes. Pero, ¿qué es lo que lo provoca? Lo causan, principalmente, los electrodomésticos que quedan enchufados por la noche o en momentos en los que no se están utilizando.

Un enchufe conectado a la corriente, incluso cuando el aparato no se está utilizando ni está tampoco encendido, está consumiendo electricidad. Es cierto que es un porcentaje muy bajo, pero no significa que llegue a ser nulo. Ahora bien, si usted vive en una casa relativamente grande en la que la lavadora, la secadora o tantos otros electrodomésticos quedan enchufados constantemente, el gasto puede ser importante.

Sin embargo, no todo se resume en evitar gastos innecesarios, puesto que también tiene un impacto medioambiental con el que no gana nadie. Asimismo, existen otros problemas derivados de esta clase de descuidos.

 

 

Evitar gastos innecesarios y otros riesgos

Este tipo de cuestiones hay que pensarlas con perspectiva, ya que, si nos vamos a las cuentas anuales, podrá ver que este tipo de consumo supone un porcentaje muy considerable en su factura eléctrica. Además, consideraciones aparte del ahorro enérgico, existe un elemento importante de seguridad.

Si un aparato está consumiendo (por poco que sea) quiere decir que estará conectado a la red eléctrica. En principio, las viviendas o estructuras actuales están más que preparadas para prevenir cualquier posible inconveniente o riesgo derivado de esta situación. No obstante, hay muchos aspectos que son imprevisibles.

La aparición de humedades o el factor humano juegan un papel peligroso en este contexto. Piense, por ejemplo, que alguien derrama algún líquido sin querer sobre el enchufe y luego enciende el aparato. Situaciones así pueden poner en peligro la integridad física de la vivienda y la seguridad de sus habitantes. Por este motivo, resulta imprescindible que desarrolle algunas soluciones al respecto.

 

 

 

¿Cómo prevenirlo?

A continuación, le ofrecemos algunos consejos que harán que esta clase de consumo se reduzca hasta prácticamente desaparecer y le permita ahorrar en iluminación, entre otros aspectos. Como verá, son rápidos de seguir y no le quitarán ningún tiempo:
 

  • Prestar atención al etiquetado. Todos los electrodomésticos muestran información relacionada sobre cuánto gastan cuando se están utilizando y cuánto son capaces de consumir en estado de reposo. Una buena recomendación es que, cuando vaya a comprar algún producto nuevo, compruebe primero su gasto en reposo. Cuanto menor sea, mejor.

  • Contar con temporizadores. Uno de los motivos del éxito de las casas inteligentes es que previenen numerosos problemas de este estilo. Esto se debe, en gran medida, a la presencia de temporizadores o sistemas de alarmas en los electrodomésticos. Una vez cumplen su función, quedan desconectados por completo de la corriente eléctrica. Así, permite encender la calefacción por unas horas, apagar la lavadora en cuanto esta termina su función y demás. Sin duda, una medida cómoda y muy práctica que, a su vez, supondrá un ahorro importante en la factura de la luz.

  • Contar con regletas. En lugar de ir desenchufando cada utensilio, el uso de una regleta simplifica mucho esta función. Bastará con activarla o desactivarla para que muchos electrodomésticos al mismo tiempo se enciendan o se apaguen.

  • Desenchúfelo todo siempre que le sea posible. Tanto si se marcha de vacaciones como si, sencillamente, se va a dormir, cuantas menos horas estén enchufados los aparatos a la corriente, mucho menor será su consumo pasivo. Obviamente, el congelador, la nevera u otros aparatos esenciales no puede desenchufarlos, pero sí los menos útiles, como es la televisión o la lavadora. De esta manera, notará un descenso notable en su consumo energético.

  • Realice una medición. Esto es especialmente práctico, por ejemplo, en oficinas o en grandes espacios. Aquí es muy común que existan gastos desmesurados que es posible prevenir tomando sencillas medidas y determinando qué elemento es el responsable de la situación. De la misma forma, optar por equipos nuevos o con una iluminación mejor, ayudará a paliar los picos de gasto más altos de la factura.
     

Ahora ya conoce cómo funciona el consumo fantasma. Como ve, es un gasto inútil que puede evitar con relativa facilidad. Solo requerirá un poco de prevención. Si quiere más consejos sobre cómo mejorar el ahorro de iluminación, no lo dude y contáctenos.

 

 

 

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