El consumo fantasma es una realidad que no todas las personas contemplan siempre. Lo cierto es que en los hogares se da un gasto energético que no responde a ningún uso, y al que es posible poner freno con relativa facilidad. Por eso, en este artículo queremos explicarle en qué consiste y cómo cortarlo de raíz para que no perjudique a su bolsillo y, también, al medio ambiente.
El enemigo del ahorro
El consumo santdby (o fantasma) puede llegar a representar hasta un 11% en la factura de la luz, además de suponer importantes peligros para la integridad del hogar y de sus habitantes. Pero, ¿qué es lo que lo provoca? Lo causan, principalmente, los electrodomésticos que quedan enchufados por la noche o en momentos en los que no se están utilizando.
Un enchufe conectado a la corriente, incluso cuando el aparato no se está utilizando ni está tampoco encendido, está consumiendo electricidad. Es cierto que es un porcentaje muy bajo, pero no significa que llegue a ser nulo. Ahora bien, si usted vive en una casa relativamente grande en la que la lavadora, la secadora o tantos otros electrodomésticos quedan enchufados constantemente, el gasto puede ser importante.
Sin embargo, no todo se resume en evitar gastos innecesarios, puesto que también tiene un impacto medioambiental con el que no gana nadie. Asimismo, existen otros problemas derivados de esta clase de descuidos.
Evitar gastos innecesarios y otros riesgos
Este tipo de cuestiones hay que pensarlas con perspectiva, ya que, si nos vamos a las cuentas anuales, podrá ver que este tipo de consumo supone un porcentaje muy considerable en su factura eléctrica. Además, consideraciones aparte del ahorro enérgico, existe un elemento importante de seguridad.
Si un aparato está consumiendo (por poco que sea) quiere decir que estará conectado a la red eléctrica. En principio, las viviendas o estructuras actuales están más que preparadas para prevenir cualquier posible inconveniente o riesgo derivado de esta situación. No obstante, hay muchos aspectos que son imprevisibles.
La aparición de humedades o el factor humano juegan un papel peligroso en este contexto. Piense, por ejemplo, que alguien derrama algún líquido sin querer sobre el enchufe y luego enciende el aparato. Situaciones así pueden poner en peligro la integridad física de la vivienda y la seguridad de sus habitantes. Por este motivo, resulta imprescindible que desarrolle algunas soluciones al respecto.
¿Cómo prevenirlo?
A continuación, le ofrecemos algunos consejos que harán que esta clase de consumo se reduzca hasta prácticamente desaparecer y le permita ahorrar en iluminación, entre otros aspectos. Como verá, son rápidos de seguir y no le quitarán ningún tiempo:
Ahora ya conoce cómo funciona el consumo fantasma. Como ve, es un gasto inútil que puede evitar con relativa facilidad. Solo requerirá un poco de prevención. Si quiere más consejos sobre cómo mejorar el ahorro de iluminación, no lo dude y contáctenos.
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