El aumento de la conciencia ecológica de los consumidores está provocando un cambio profundo en el sector de la automoción: por un lado, surge una nueva movilidad del futuro, caracterizada por coches más ecológicos, con mayores niveles de automatización y conectividad y, por otro lado, el concepto de automóvil privado está cambiando y está siendo reemplazado por un conjunto generalizado de servicios de transporte más flexibles con una creciente disponibilidad de alternativas. La electrificación es, por supuesto, una parte fundamental de esta transformación. Estos son algunos de los mejores ejemplos de los cambios que estamos experimentando.

Bérgamo es una de las ciudades más centradas en el proceso de movilidad sostenible y se sitúa firmemente entre las diez provincias italianas con el mayor número de vehículos eléctricos matriculados en relación con su población. La administración local está invirtiendo en movilidad eléctrica, tanto pública —con la compra de varios autobuses eléctricos— como colectiva, fomentando el car sharing eléctrico y la micromovilidad eléctrica como los patinetes eléctricos. Cientos de unidades de recarga de vehículos eléctricos se han instalado en la ciudad y la provincia, aunque hasta la fecha no existe una base de datos única que indique todos los puntos de recarga privados y públicos. Bérgamo también cuenta con un Plan Urbano de Movilidad Sostenible: una herramienta de planificación estratégica que, a medio-largo plazo (10 años), está desarrollando un sistema de movilidad urbana para alcanzar los objetivos de sostenibilidad medioambiental, social y económica.

En la zona de Porta Nuova de Milán, los usuarios pueden aprovechar el nuevo servicio ELEC3City que permite a los conductores compartir coches 100% eléctricos. Además de ofrecer beneficios ecológicos para la ciudad de Milán y su distrito, el servicio pretende dar a conocer la movilidad eléctrica a aquellos que todavía son escépticos sobre el uso de este tipo de vehículos. ELEC3City es el primer ejemplo en Italia de coche compartido eléctrico vinculado a un distrito específico dentro de una ciudad y el objetivo aquí es simplificar la gestión de este tipo de vehículos dentro de la metrópolis. Los automóviles están disponibles en un estacionamiento convenientemente ubicado dentro del distrito y se accede al servicio a través de una aplicación móvil dedicada que ofrece tarifas extremadamente ventajosas. El operador tiene la responsabilidad total de la carga y el mantenimiento de los vehículos.

Esta localidad de la región de Emilia-Romaña siempre ha sido sensible a los servicios que necesitan los turistas: en los últimos años ha adoptado el car sharing de coches, bicicletas y scooters, y desde 2018 está en proceso de planificación de unidades de carga para coches eléctricos.

Hace cuatro años el municipio definió quien sería el gestor que se ocuparía de la instalación y gestión de las unidades de carga eléctrica en terrenos públicos para uso privado. El ecosistema de las columnas de carga sigue un esquema de distribución capilar y funcional: las nuevas infraestructuras se sitúan en localizaciones urbanas clave en función de los ejes de mayor tráfico, nodos intermodales y núcleos de población que concentran el mayor número de residentes y visitantes, con un enfoque para incluir también las áreas de “demanda débil”; es decir, porciones del territorio con demanda de transporte baja o media-baja caracterizadas por una población menos densa.