Los edificios inteligentes, también conocidos como smart building, son ya una realidad en muchas comunidades de propietarios y empresas. Este nuevo modelo arquitectónico ofrece una respuesta mucho más práctica y eficiente a los habitantes, quienes ganan en ahorro y en funcionalidad. Por ello, en este artículo queremos explicarle en qué consiste este paradigma y cómo puede beneficiar a su vivienda.

Piense en ellos como en los edificios del futuro. Se trata de viviendas normales que integran procesos de medición y de automatización, los cuales llevan a cabo diferentes tareas de manera autónoma y eficiente. No solo le ayudarán, por ejemplo, a poner la lavadora u otros electrodomésticos. A la hora de mejorar la eficiencia energética de su hogar, mantener el calor o encontrar la casa a su gusto, este tipo de soluciones son perfectas para usted.

La tecnología que sostiene estos procesos es la del Internet de las Cosas. La idea es que todos los electrodomésticos estén conectados a una misma red y que cuenten con medidores de su uso y su eficiencia. Así, podrá tener informes y datos sobre el consumo y ver de qué modo puede gastar menos o gastar mejor.

A grandes rasgos, las dos ventajas más destacadas que obtendrá son la comodidad y el ahorro. Para empezar, es muy práctico activar a distancia diferentes electrodomésticos del hogar a través del móvil. Así, por ejemplo, cuando le quede una hora para llegar a casa, puede encender la calefacción para encontrar su vivienda a su gusto.

Por otro lado, el ahorro es también un factor muy importante. La automatización y la medición de procesos le ayudarán a limitar o acortar los gastos más superfluos que pueda haber en su hogar. De esta manera, logrará un mayor ahorro a largo plazo en su factura.

A nivel práctico, ¿en qué se traduce la domótica? Vamos a ver algunas de sus funcionalidades principales:
 

• Los sistemas de todo el edificio quedan conectados: Tendrá acceso a todo lo que sucede en el edificio con el fin de integrar sistemas de luz o de seguridad en un mismo apartado. Por ejemplo, ante la más mínima incidencia que pudiese causar un incendio, se puede cortar la corriente de manera automática.
  
  
• Facilita la vida a los inquilinos: Esta nueva forma de entender las comunidades integra mejor a personas que presenten problemas o limitaciones de movilidad. Igualmente, resulta muy útil para quienes buscan una vida más cómoda en general.
  
  
• Centraliza los sistemas: Esta es una buena manera de mejorar el bienestar que ofrece el edificio. Por ejemplo, a la hora de medir la temperatura o cuando la comunidad quiera ahorrar en iluminación, todo resultará más sencillo. Los residentes podrán crear diferentes rutas de acceso y tendrán la posibilidad de controlar el funcionamiento de estos sistemas.
  
  
• Beneficios para la red eléctrica: No solo tienen que ver con el ahorro inmediato, también responden a otros aspectos, como impulsar la eficiencia energética y evitar el despilfarro de luz, entre otros. Con un contador de electricidad y un sistema centralizado e inteligente, se puede mejorar el uso de la electricidad por parte de un edificio entero.

Le hemos explicado que todo esto opera bajo un mismo sistema que va midiendo la información, recopilando los datos y ofreciendo posibles soluciones que luego el usuario asume. Para que lo tenga más claro, vamos a explicarle el funcionamiento de dicho sistema. Estos son sus puntos clave:
 

• Sensores: Pueden estar por todo el edificio o dentro de los propios hogares. Se encargan de llevar a cabo mediciones de distintos elementos, tales como la temperatura. Lo mismo sucede cuando nos preguntamos cómo medir la iluminación para automatizar las luces de una planta.
  
  
• Actuadores: Una vez que los sensores van, poco a poco, recopilando información, es necesario que le expliquemos la manera en la que los sistemas de un edificio van a pasar a la acción. Para abrir las persianas, por ejemplo, o para encender la calefacción. Los actuadores son sistemas electromagnéticos que se encargarán de dar la orden a cada elemento según los datos recogidos por los sensores.
  
  
• Sistemas de control: Estos sistemas darán la señal a los actuadores en función de los datos recabados por los sensores y dependiendo de las normas que se hayan establecido en el propio sistema.
   

Los edificios inteligentes son, sin duda, el futuro. Gracias a su eficiencia y su comodidad, cada día más propietarios se animan a contar con ellos en sus viviendas. Si usted desea también asumir este tipo de medidas y quiere empezar, por ejemplo, haciendo su iluminación mucho más funcional, no lo dude y contáctenos.