Iluminación correcta para el lugar de trabajo
Si bien cada proyecto debe analizarse y evaluarse individualmente, ciertos puntos son indispensables, independientemente del tipo de oficina a iluminar. Los elementos a considerar incluyen:
Iluminación correcta en el escritorio
Es fundamental distinguir entre los diferentes tipos de puestos de trabajo, por ejemplo, una mesa con un ordenador requiere menos iluminación que un puesto en una recepción, o en una sala de juntas.
Cualquiera que trabaje con un ordenador necesita una iluminación uniforme y difusa, ni demasiado agresiva ni demasiado tenue; de lo contrario, la tendencia es a sobre ajustar instintivamente el brillo del monitor.
Iluminación artificial en el lugar de trabajo
El objetivo de una buena iluminación en el lugar de trabajo es fomentar la productividad y la concentración sin fatiga visual. Para ello, no es posible elegir simplemente el dispositivo de iluminación más adecuado y de mejor rendimiento, es todavía más importante colocarla en el lugar correcto dentro del entorno de trabajo.
Como hemos visto, la iluminación ideal para un ambiente de trabajo debe ser una mezcla de luz directa e indirecta, evitando un contraste excesivo entre las zonas que reciben luz directa y las demás áreas del ambiente, para asegurar una buena iluminación general del espacio.
Normas de iluminación para el lugar de trabajo
Los requerimientos de iluminación para los lugares de trabajo interiores están regulados por la norma EN 12464-1, con el objetivo de garantizar el confort y el rendimiento visual de cualquier persona con una capacidad de visión normal. Mediante el análisis de las tareas visuales habituales, esta norma regula los parámetros de comodidad visual y brinda orientación sobre los niveles de iluminación, uniformidad y deslumbramiento máximo requerido para las diferentes tareas, incluyendo aquellas en las que son necesarias pantallas de ordenador.
Además de la iluminación del área específica, la norma describe los requisitos para otras dos áreas: el entorno inmediato y el área de fondo.
Por ejemplo: la norma establece que los puestos equipados con ordenadores deben tener un nivel de 500 lux en la superficie de trabajo. Para actividades más complejas y que requieren mayor precisión (planificación, gráficos, diseño), la intensidad de la iluminación debe ser mayor; entre 750 y 1.000 lux.
Parámetros que se deben considerar
Ciertos parámetros bien definidos deben conocerse para la evaluación de la iluminación de un entorno de trabajo.
El flujo luminoso es la cantidad de luz emitida hacia todas las direcciones, por una determinada fuente de luz o luminaria.
La eficacia luminosa es la relación entre el flujo luminoso y la potencia eléctrica absorbida (lm/W): esta es la medida de la eficiencia de la luminaria.
La cantidad de luz que llega a la zona de trabajo se define como iluminancia y se mide en lux (expresada en lúmenes/m², es decir, el flujo luminoso emitido por una fuente que incide sobre una superficie de un metro cuadrado).
La luminancia, por otro lado, se usa para expresar la intensidad luminosa de un haz de luz emitido hacia una determinada dirección; se mide en cd/m2.
Estos son los principales elementos, pero no los únicos, a tener en cuenta a la hora de planificar la iluminación de una oficina u otro lugar de trabajo. Las variables a examinar son diversas y no todas fácilmente previsibles, por lo que siempre es mejor confiar en profesionales como los Lighting Designers para el asesoramiento sobre los sistemas de iluminación y las soluciones más adecuadas.
Descubra la Gama relacionada
Mostrar otras categorías